En los últimos años, China se ha convertido en uno de los principales proveedores de productos de múltiples sectores, también en el sector de la piscina.
Probablemente, la actual situación de crisis económica también ha ayudado a este crecimiento. Son muchos los profesionales que de un modo u otro han recurrido a este tipo de empresas, de cara ha intentar incrementar sus beneficios y ventas, o simplemente, para intentar mantenerlos.
Cierto es que nos encontramos con dos tipos de profesionales que recurren a empresas chinas; aquellos que buscan fabricar un producto íntegramente en China, o aquellos que utilizan a empresas chinas para fabricar ciertos componentes de sus equipos y luego ser ensamblados por las propias empresas en el país de origen.
Si bien nos encontramos que esta tendencia ha englobado prácticamente a la totalidad de productos para piscinas, desde simples elementos de limpieza manual como cepillos, recojehojas…hasta bombas de calor, limpiafondos, spas…, pasando por focos de iluminación o bombas de filtración, entre muchos otros.
En la actualidad, detectamos una cierta reticencia por una buena parte de los profesionales, e incluso de los propios clientes finales, a la hora de adquirir productos de dicha procedencia.
En la mayoría de los casos, por problemas en la calidad, en el suministro de materiales, en conseguir recambios o en las garantías reales de los productos.
Por todo ello, aunque sigue habiendo bastantes profesionales que recurren a esta alternativa, muchos otros están apostando por la innovación, la calidad de los materiales y su servicio para poder competir con los bajos precios de los productos procedentes de la gran potencia asiática.
Igualmente, cada año surgen más empresas chinas que intentan su incursión en nuevos mercados de forma directa o que bien buscan distribuidores para comercializar sus productos, lo que no deja de ser una nueva alternativa para profesionales que comulguen con este tipo de filosofía.
Otra posibilidad, menos habitual, pero que comienza a tomar cuerpo en otros sectores de empresas chinas y que probablemente llegará al sector de la piscina, es la de empresas de dicha procedencia que apuestan por productos de elevada calidad a precios competitivos, que no «tirados» como actualmente nos podemos encontrar en algunos casos.
El tiempo dirá si, como ya ocurre en otros sectores, como por ejemplo, en el mundo de la peletería (trabajo de la piel en bolsos, zapatos, ropa, etc.), en el que muchas empresas vuelven a ubicar su producción en su propio país o países adyacentes, buscando recuperar la calidad del producto y del servicio, a costa de precios menos económicos que los conseguidos en China o India, se convierte también en habitual en el sector de la piscina.
O si por el contrario, surgen empresas chinas que apuestan por una elevada calidad de productos del sector y comercializarlas de forma directa en mercados occidentales.
De momento, un aspecto importante, que varios profesionales ya nos han avanzado, es que en muchas ocasiones las ofertas recibidas por empresas chinas ya no son tan económicas y atractivas como eran tiempo atrás.
Estaremos atentos a la evolución del mercado.
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