Dada la complejidad y la información técnica que impera en el sector de la piscina, muchas veces nuestros clientes no valoran en su justa medida la importancia de las garantías de los productos que están adquiriendo.
No sólo hablamos del número de años que ofrece la garantía de turno, sino también la «letra pequeña» que figura en dicha garantía.
En los últimos años, muchos profesionales han entrado en un frenesí por ver quién ofrece la garantía más larga sobre sus productos, al entender que se trata de un aspecto que el cliente final está teniendo muy en cuenta a la hora de decidirse entre diferentes alternativas que le estén ofreciendo.
Por nuestra parte, creemos que tan importante es el tiempo de garantía que se nos ofrece como saber qué sí y qué no incluye.
Como decimos, muchos profesionales compiten por ofrecer la garantía más larga, pero esto a su vez, influye directamente en que muchas veces no se trate de garantías «reales» puesto que o bien se incluyen muchas excepciones que de alguna forma eximan de dicho periodo de garantía, o incluso si oferta una garantía de más tiempo sobre un producto y solo cubre aspectos muy específicos del equipo, pero no los de mayor relevancia, los cuales, y esto si suele ser habitual se circunscriben a lo que la ley establezca para ese tipo de productos. Por lo general, actualmente en España, 2 años de garantía.
Por tanto debemos tener muy claro si realmente esas garantías son lo que parecen o si bien son meras garantías comerciales «de gancho» que de algún modo puedan desnivelar la balanza a nuestro favor.
También es cierto, que bastantes empresas tienen tal confianza en sus productos, que precisamente ofrecen esas largas garantías para diferenciarse del resto y mostrar las diferencias de calidad de sus productos con los de la competencia.
Por otro lado, nos encontramos con las garantías de instalación, y este es un punto muy a tener en cuenta ya que al tratarse de un sector tan técnico, en muchas ocasiones necesitamos la ayuda de un profesional para ser instalado correctamente.
Estas garantías, a no ser que el profesional así lo incluya de modo tácito, suelen ser diferentes a las garantías de producto y resulta muy importante que el cliente las conozca y las valore ya que no es lo mismo que compremos un equipo con una garantía, por ejemplo, de 5 años que cubra la instalación durante el mismo periodo que el mismo aparato , pero que la garantía de instalación sea de 2 años. Es posible que con el paso del tiempo nos podamos encontrar con algún problema de garantía y sea difícil de identificar si es por un problema del equipo o de la instalación realizada, y esto nos pueda suponer un quebradero de cabeza a la hora de reclamar, lo que nosotros entendemos por justo.
Otro caso aparte es el de la construcción de piscinas. aquí nos encontramos en los últimos años con una guerra de plazos, que en algún caso puede resultar cuanto menos, curiosa. Se han dado casos en el sector en el que empresas de reciente creación ofrecían garantías de por vida, 100 años, 50 con sistemas ya utilizados desde tiempo antes, y en los cuales se solían ofrecer garantías de unos 10 años.
La realidad es que este tipo de garantías suelen jugar con diferentes «trucos»:
- La garantía cubre el material pero no la mano de obra (No olvidemos que se trata precisamente de una obra; en la que por lo general se suele necesitar licencia de obra mayor, o cuando menos, de obra menor)
- Las garantías son prorrateadas; es decir el porcentaje en el que estamos cubiertos va decreciendo con el paso de los años.
- La garantía incluye aspectos constructivos pero no los visuales (terminación, decoloración, agrietamientos…)
- Garantías muy elevadas a bajo coste ya que no se pretenden cumplir.
Ejemplos: Empresas que desaparecen rápidamente o que cambian de nombre sin pestañear.
Estos son algunos ejemplos de situaciones que actualmente se producen, y en muchos casos, «forzadas» por la necesidad y una situación económica complicada.
En cualquier caso, tengamos en cuenta que por ley, una empresa que nos esté ofreciendo la construcción de una piscina, generalmente tendría que hacer frente a una garantía no superior a los 10 años.
Por todo esto, nuestra recomendación es que si está valorando la posibilidad de comprar algún producto para tu piscina, o construirte una o simplemente rehabilitar la que ya tienes, no solo valores el precio y el tiempo de garantía que se te ofrezca, sino también qué es lo que incluye y lo que no, dicha garantía, así como las referencias e información que puedas tener del profesional que te lo está ofreciendo. No suele tratarse de inversiones pequeñas y es mejor prevenir que curar.