Los biofiltros para piscinas representan una solución ecológica y sostenible para disfrutar de un baño saludable, sin necesidad de productos químicos como cloro, sal u ozono.
Este sistema de depuración natural basa su funcionamiento en la acción conjunta de gravas y plantas acuáticas, que filtran y purifican el agua de forma similar a como ocurre en la naturaleza.
Una piscina naturalizada con biofiltro consta de dos zonas principales:
Esta zona de filtración actúa como un ecosistema acuático vivo, reproduciendo los procesos biológicos de lagos o ríos naturales.
El agua circula continuamente mediante skimmers y bombas, atravesando un lecho de gravas especialmente diseñado que retiene impurezas y materia orgánica. Este lecho también sirve de soporte a las plantas acuáticas, que absorben nutrientes, oxigenan el agua y eliminan contaminantes.
Se utilizan plantas acuáticas ornamentales y aromáticas según el entorno y la estética deseada. Además de su función depuradora, crean un jardín acuático de gran valor paisajístico y biodiversidad.
El mantenimiento de piscinas con biofiltros es mínimo y se adapta a las estaciones:
Es importante controlar el contenido de nutrientes para evitar la proliferación de algas y mantener una buena circulación del agua.
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