Si tienes un clorador salino o estás pensando en instalar uno, es fundamental conocer los tipos de sal para piscinas que puedes utilizar. La calidad de la sal no solo influye en la eficacia de la cloración, sino también en el mantenimiento y la vida útil del sistema.
La cloración salina es un método de desinfección que convierte la sal disuelta en el agua en cloro de forma natural mediante electrólisis. Este sistema evita el uso de productos químicos agresivos y mejora la experiencia de baño.
Dato clave: La concentración de sal requerida dependerá del modelo de tu clorador, pero lo más habitual suele oscilar entre 4 y 6 gramos por litro.
Aunque técnicamente se puede usar casi cualquier tipo de sal, lo ideal es elegir sal de alta pureza. Una buena elección reduce residuos, minimiza el deterioro de las células electrolíticas, disminuye el mantenimiento y alarga la vida útil del clorador.
Elegir el tipo adecuado de sal para tu piscina con cloración salina es clave para garantizar un agua limpia, segura y de calidad. La pureza de la sal influye directamente en el rendimiento de tu equipo, en el confort del baño y en la reducción de costes de mantenimiento.
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